Con esta imagen me presentaba en el blog en septiembre de 2011 y así comienzo hoy para hacer balance de esta aventura sin duda apasionante que acaba de comenzar.
Ser el Community Manager de una marca
es una responsabilidad mucho mayor que la de ser el amigo, primo,
vecino “apañado” que todo el mundo tiene y del que te aprovechas para
que te lleve las redes sociales de la empresa; en la mayoría de
ocasiones lo hará con toda la buena voluntad del mundo, pero sin tener
en cuenta una estrategia de comunicación, sin seguir unos ritmos y sin
conseguir la efectividad deseada.
Equivocarse y aprender, una y otra vez, salir de lo convencional, reinventarse cada día y como dice Rosa Alzate pensar en grande. Ver más allá de lo que ves con los ojos, creer en el poder de lo intangible, en la fuerza de las emociones y hacer que los que trabajan contigo y para los que trabajas lo vean también.
Mientras
lees aquí y allí que la función del Community manager es crear y
gestionar perfiles, escuchar el “ruido” social, hacer crecer la
comunidad, distribuir contenido, conversar y transmitir los valores de
una marca, descubres que mucho antes de todo eso tienes que trabajar
la comunicación interna, hacer perder el miedo a visibilizar todo lo
que se hace y hacer entender que en comunicación no se gasta, se
invierte.
Obtener una mentalidad 2.0
dentro, para conversar con otros internautas y crear comunidad fuera.
El objetivo es crear una gran marca (lo de“vender” llegará después).
Cerrarse a la era digital, es poner candados en la puerta de nuestra
casa: impedir que entren. Impedirnos salir.
Cuando dentro entiendan que el objetivo no es generar un millón de
amigos, sino fidelizarlos, que la inmediatez es primordial pero nunca
debe contraponerse a la calidad, que las buenas ideas llevan su tiempo porque hay que pensar en la estrategia para hacerlas virales y que no sé si seré capaz de conseguirlo.
Cuando entiendan que tenemos que ser pioneros, que en comunicación se
acabó el despacho, que pasamos de informar a dialogar y que esto nos
permitirá crecer dentro y fuera,
yo, el community manager, podré decir, sin lugar a dudas ¡Comenzamos!